Es interesante que lleguen este tipo de propuestas, relativamente distintas a lo que podemos encontrar en Sevilla, un concierto centrado en las voces femeninas. Quedaba ver si la gente respondería, si la organización estaba a la altura, o incluso si podría abrir un precedente. Si por algo se dice que es el primer Female Metal Fest, es porque se espera que hayan más, ¿no?
Lo insólito era la localización de la sala, básicamente el piso de arriba de una discoteca, con lo que era una escena curiosa. Para empezar porque nunca he visto un concierto de este tipo en una terraza, luego porque no era extraño encontrarse a algún visitante extraviado de la planta de abajo, que entraba más por curiosidad que por otra cosa.
Con respecto a las bandas de la jornada, tres propuestas muy distintas cuyo único punto en común era tener una mujer a las voces, y dos de ellas, desafortunadamente tenían la voz jodida, así que realmente no pudieron dar todo lo que prometían. Los primeros serían la banda de versiones Nomes 13, y centrados en temas de finales de los 90/2000 de bandas como Muse, System of a Down, Evanescence o Skunk Anansie, poco tienen que ver unos con otros, sí, pero como suele pasar, la elección de las bandas y el repertorio suele ser algo democrático, y dentro de lo que cabe, tampoco hay abismos estilísticos entre grupos. Lo bueno de este tipo de bandas es que al menos su repertorio, aunque ajeno, se lo saben al dedillo, diferencias con la banda original aparte, que las habrá, cómo no. Cumplieron, y con la inestimable ayuda de samplers, mantuvieron más fidelidad con unos temas que otros, ej, los temas de Muse no me llegaron a convencer del todo, no obstante System of a Down o Evanescence salieron mejor parados. El objetivo final era ni más ni menos que caldear el ambiente con más de un hit del pasado, a tenor de las miradas de interés de la gente, lo lograron.
Los siguientes en pasar por el escenario serían Esseker. Que practicaban una especie de Rock melancólico y triste, no en el mal sentido, claro, que sin ser un experto en la materia, me recordaron a The Birthday Massacre o Sober. También y por desgracia, su cantante Kristina también tenía la garganta jodida, y más evidente se hacía si tenemos en cuenta que la gran mayoría de los temas requerían notas altas. No quiero decir, ni mucho menos que fuera un caos en este sentido, todo lo contrario, intentaba llegar una y otra vez, a riesgo de joderse más la garganta. Por ganas no podemos culparla.
Ahora, aquí los problemas técnicos, fueron a más: el sonido que “bailaba” de un lado a otro, zumbidos insoportables que venían sin avisar y taladraban oídos, o la guitarra solista, que de pronto decidió hacer huelga silenciosa. El resto, os lo imagináis: los típicos arreglos que deben hacerse improvisados para que la actuación no se vea demasiado resentida.
Y una pena, más allá de que salieron con la cabeza bien alta al escenario, intentaron que, en la medida de lo posible los problemas no les afectaran a la actuación. Al menos, el piano, parte integral del sonido, salió intacto de la quema. Si bien lo que practicaban estos chicos se aleja de mis estándares convencionales, hay que reconocer que supieron estar a la altura de la situación, aunque uno se quede con las ganas de saber cómo habrían sonado en mejores circunstancias.
La historia variaría para bien con Light Among Shadows, tal vez porque el sonido no les castigó tanto, que eran los últimos en tocar, y como quien sale por detrás en un tramo de tierra en rallies, tenían la pista más “limpia” y fueron mucho mejor. Vamos, que ya sabían el panorama que se iban a encontrar. Y resulta que con su Heavy Metal alegre, los gaditanos están recorriendo ya parte de la península, con tan solo “Welcome… Back!” como debut y un EP. Pero la verdad es que los cuatro funcionan a las maravillas en directo, tanto su bajista Christopher Red, como su guitarrista y cabeza pensante Adrien Fowl, siempre están interactuando entre ellos, María Barragán, y su batería (aunque más apartado, como es lógico) Alejandro Tineo. Los cuatro siempre con una sonrisa en la boca, muy buen ambiente entre ellos. También se notaba que llevaban un tiempo de gira, con fechas repartidas en los meses de otoño, por la naturalidad con la que despachaban unos temas con otros, en otras palabras, que el rodaje se hace notar. Hasta se habían forjado una pequeña base de fans en la ciudad que ayudaban a corear en los estribillos. También tuvieron la ayuda de José García de Legendaria (otra banda de Power gaditana), para un dueto en el tema que da nombre al disco. Probablemente fue el concierto con el que, a nivel personal, quedé más satisfecho. Y aunque no hagan nava nuevo o revolucionario, si siguen trabajando pueden tener proyección nacional.
En donde sí hay que trabajar todavía, es en el aspecto organización. Sé que era el primer intento de este festival, pero hay que mejorar cosas, como el sonido, nada acertado en algunas ocasiones, o la localización, supongo que sería porque no habría otra cosa para ese día, o no alcanzaría el presupuesto, no quiero meterme en camisas de once varas. No fue una mala noche, pero podía haber salido aún mejor. Nadie ha dicho que los comienzos sean sencillos.
Contenido publicado originalmente para Subterraneo Heavy.
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